Pienso que desde chiquita fui rebelde y rompí reglas, pero ya hace un año que le encontré un gran sentido a todo eso. Comencé un recorrido, un nuevo camino en mi vida lleno de paredones para tirar abajo, lleno de luchas con sentido, lleno de rebeldía alegre, de lucha por lo bueno... Por lo bueno, me refiero a eso por lo que todos tendríamos que pelear en un mundo como el de hoy, me refiero a la educación, a la cultura, al arte. La lucha por el amor, por la vida, por la libertad! Pero no hablamos de la libertad ficticia, de la libertad de romper reglas por un siempre "porque sí!", hablamos de la libertad en el tiempo!
Me invade un camino lleno de emociones, con una periferia llena de gente que se siente externa a esta lucha, llena de gente que pone trabas, que no quiere la libertad, que solo quiere el poder, llena de gente que camina al trabajo porque cree que nada se puede cambiar. Pero un camino con un centro lleno de sonrisas, lleno de gente que te da más razones para pelear, lleno de arte, lleno de VIDA. Y pienso que mucho radica en eso, en CREER que se puede CAMBIAR, que LUCHAR hace al CAMBIO, que la lucha por la VIDA lleva a la LIBERTAD.
Todos los días pienso en como tomo sentido esa rebeldía, en lo difícil que parece este hermoso camino y en todo esto aparece la necesidad de mirar día a día mi mano y sonreír porque me acompaña un ser de luz, sonreír porque al lado, caminando a la par, iluminando el camino esta siempre EL, esta mi amor, mi vida, esa persona que pinto todo mi cielo de colores desde ya hace dos años. Caminar con él de la mano, vaya cosa hermosa!
Hoy en día me pone feliz saber que tengo la capacidad de mirar todo con otros ojos, que puedo respetar distintos pensamientos, que puedo hablar sin miedo al que diran. Sonrío porque aprendo día a día a caminar por este camino.