jueves, 9 de diciembre de 2010


En un café se vieron por casualidad cansados en el alma de tanto andar, ella tenía un clavel en la mano.
Él se acercó, le preguntó si andaba bienllegaba a la ventana en puntas de pie, y la llevó a caminar por Corrientes.
¡Miren todos! Ellos solos pueden más que el amor y son más fuertes que el Olimpo.